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Los exitos suelen tener muchos padres, pero los fracasos son huerfanos

    Los exitos suelen tener muchos padres, pero los fracasos son huerfanos...   Este es uno de los refranes más verídicos de todos los verídicos del "mundo mundial". Anda que no viene la gente pronto a los triunfos, pero que poquitos vienen si es que hay que ayudar o resulta que el asunto compromete en algo ... Después ... hay otro tipo de personas que no acierto bien a comprender si es por temeridad, imprudencia o qué, que se apuntan a un ombaardeo, hay gente que quiere figurar como sea, a la fuerza, si no es de una forma es de otra. Cuando una cosa es verdad hay que asumirla, hay que respetar el sitio de cada cual, el valor de cada cual, la aportación de cada cual en su justa medida. No por que se pertenezca a una empresa debe caer todo en saco roto y es la empresa, el trabajador merece reconocimiento. Qué bien ponerse las medallas de otros, que bonitas que son..., pues no, eso está pero que feísimo. Si se quieren medalla no propias, siempre se pueden adquirir en el Jueves

A abad sin ciencia y sin conciencia, no le salva la inocencia.

A abad sin ciencia y sin conciencia, no le salva la inocencia. MCarmen Calderón Berrocal Podemos jugar, siempre que lo encontremos. La bolsa de los refranes era el título de un programa que había en la tele cuando yo era chica y me gustaba muchísimo, no recuerdo quien lo presentaba pero era académico y no me lo perdía nunca. MCarmen Calderón Berrocal A este podría irle bien uno que dice así: "El hábito no hace al monge", aunque también se utiliza su mensamiento contrario: "El hábito hace al monje"; y realmente tanta razón lleva uno como otro. El hábito condiciona pero no es una condición sine qua non para ser lo que se es. Pero este del abad, es parecido a el desconocimiento del delito no exime de la culpa. Llucià Pou Sabaté Cuando fui al Rocío me dispuse a celebrar Misa (hará unos 10 años), y el santero me dijo que estaba muy contento de verme, que apreciaba mucho a los de mi perfil... le contesté que "no hace el hábito al monge" para indicar que

A buen entendedor pocas palabras bastan

A buen entendedor pocas palabras bastan Es lo malo de tener un tupido velo delante de nuestros ojos, que solo nos permite ver desde el angulo en que estamos situados. Pienso que mas que la voluntad, el punto en muchisimas ocasiones es este. MCarmen Calderón Berrocal En en Siglo de Oro hubo dos corrientes conceptismo y culteranismo. Al primero con pocas palabras bastaba para hacerse entender, el segundo redcurria al ornamento exacerbado. Son dos maneras de plantearse las cosas. Para decir algo con pocas palabras son suficientes si el que emite sabe emitir y el que recibe sabe recibir el mensaje.

Solo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo

    "Solo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo"   Digamos que sólo cuando las cosas quedan en calma (cuando baja la marea) podemos tener perspectiva (se ve más playa, más terreno, se ve lo que antes estaba cubierto por el agua) para ver qué hay realmente detrás de las cosas (detrás del agua, detrás de lo que cubría u ocultaba).

La avaricia rompe el saco

    "La avaricia rompe el saco".   Se usa para definir de forma más o menos gráfica la actitud de quien todo lo quiere para sí, de forma que todo lo que va viendo y le va gustando lo va metiendo en un saco, el cual llega un momento en que se satura en espacio y peso, así que termina por romperse y el aaro se queda entonces sin nada, por no preferir la calidad a la cantidad, el interiorismo a la materialidad.

Lo mío, mío; y lo tuyo de entre los dos

    Dice el refrán: "Lo mío, mío; y lo tuyo de entre los dos...". Se aplica para definir el egoismo y la avaricia de quien quiere lo suyo y también quiere poseer como sea, con buenas o malas artes, lo de los demás.  

Errar es humano

Es otra de las máximas que han engrosado el refranero popular español. En realidad se trata de una frase que pronunción en principio Séneca y que continuó o alargó en sus trabajos filosófico documentales San Agustín, Agustín de Hipona, la frase originaria la pronuncia en latín y es como sigue: Errare humanum est, perseverare autem diabolicum. Es decir: equivocarse es humano, perseverar diabólico. Enlaza con otra máxima que viene también a reconocer la humanidad de error humano y a condenar la persistencia en él, acto que que ya no podría quizás ser considerado como tal error, sino como algo más cercano a la perversidad, torpeza, etc, según el caso: "Equivocarse es de hombres, rectificar es de sabios". Entra dentro de lo razonable errar, pero caer consecutivamente en el error no lo es; con lo cual habría que tenerlo muy en cuenta. Shoes.com LOLShirts.com Abr Electronics