Este refrán está en sintonía con el "A Dios rogando y con el mazo dando", "no es oro todo lo que reluce", etc., para indicarnos que a veces las apariencias pueden ser engañosas y detrás de algo que creíamos hay algo que no podíamos en principio ni sospechar. Cervantes lo utiliza en El Quijote, lo que aproximadamente nos puede dar una idea de su datación u origen.
La Bolsa de los Refranes era un programa que no me perdía cuando era pequeña, los refranes son la expresión de la sabiduría popular que nace de la experiencia. Son la vida, explican la vida y las conductas humanas.