MCarmen Calderón Berrocal Pues sí, lo he visto. Servir a un siervo es fatal, porque quien se considera siervo, esclavo y que no realiza un trabajo determinado, lo que acumula en sí es una tremenda agonía y rencor, que como no es capaz de plantar cara a su sometedor, proyecta esta ira contra quienes semejante personaje se cree superior, simplemente porque está en una posición jerárquica más ventajosa. No es superior, adoptando esta forma de actuar, sino que se revela como inferior. Esto es un punto o foco de problemas que pueden llegar a cursar en delito, así por ejemplo, nace el acoso laboral. Un miserable no conforme con su posición es capaz de cualquier cosa, hasta es capaz de hacer pasar lo blanco por negro, porque adquiere una perfidia que lo dota de artes que ni él se creía poseer. Ataca, y cuando se ve descubierto o contraatacado se convierte en un completo "derroche de virtudes". Se de algún caso que se justificaba con estas palabras: "hay que perdonarme porque llevo mucho tiempo al lado de José María que es un hijoputa y claro, algo se me habrá pegado", decía del presidente de una fundación en la que tuve ocasión de trabajar. El sistema de dominio de aquel personaje era humillar a las personas que lo rodeaban, si se callaban, mal, porque se hundían; si le hacían frente, mal también porque las hundía y las arrastraba él. Se esmeraba en desvalorar el trabajo que envidiaba ante los ojos de los admiradores del mismo para dejar a la persona en la peor de las posiciones, sin darse cuenta que todo el que lo conoce da cuenta de su talante. Lástima que no todos lo vean claro, porque el partidismo o clientelismo político lo hace sumiso a los ojos de uno y un asco a los ojos de otro. Hasta brujería practicó. Como en el lugar de trabajo, por las características de la actividad existían repelentes de insectos y roedores, ningún insecto, pájaro o roedor aparecían por allí, ni cerca siquiera. Y como resulta que pertenece a la "España profunda", algún día puso una pluma bajo el puesto de trabajo que le molestaba a él. Con algún conjuro más iría la cosa porque la persona a la que instigaba, fustigaba y castigaba en poco tiempo tuvo un accidente tremendo que la apartó del trabajo y estuvo de baja el més que le quedaba de contrato y continuó con sus dolencias. El individuo aquel un día temió que la persona acosada quizás pudiese quedar bien a los ojos de alguien a quien a él no interesaba, entonces decidió planificar la situación; la humillaría y gritaría en presencia de alguien, sabiendo que habría comentarios posteriores. Así lo hizo, la persona acompañante de la víctima en el momento fue testigo de la acción, idéntica a otras muchas anteriores, pero esa vez no pudo más; como el acosador salió rápidamente a gravar lo que él quería con cámara en lugar de trabajo, acto delictivo, no dio tiempo a nada más; y, cuando ya no estaba el acosador presente, dijo: "este hijo puta en su línea de siempre", con lo cual la víctima afirmó que efectivamente seguía en su línea y dialogó con el acompañante preguntándose el por qué de tal comportamiento y de semejante trato. No tenía más remedio que haberle hecho caso a alguien que hubiese alvado el curriculum de la víctima, porque realmente el acosador no la quería allí y su contratación, al menos en parte, había dependido de él. La víctima solo se hacía la gran pregunta de que ¿por qué?. El acosador llamó a la víctima y pretendió limpiarse los pies literalmente en ella, puso en ella palabras que no había dicho y sacó fuera de contexto otras para victimizarla más aún. Como la víctima le hizo frente y explicó que efectivamente es un miserable quien provoca una situación y después la grava con cámara, lo cual es un delito, el acosador, quiso que su venganza estuviese a la altura de su perfidia, y se dedicó a difamar y a ofender por todos los medios posibles a la víctima. La bondad o la idiotez de la víctima la hizo pensar que si recurría a instancias mayores este elemento era capaz de perder el trabajo y de él dependía una familia, aunque bastante mala persona que era, pero la familia no tenía que ver aquí. Y así quedó. Pero la víctima ha tenido oportunidad de ver cambios de actitud en personas que incluso la conocían, porque se serviría bien a gusto este pobre ser. De forma que por lo menos la duda, entre la gente que conoce a la víctima, sembraría. Eso es el acoso, el acoso laboral, social y cualquier tipo de conducta que siga exa máxima.
Por eso ni sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidio, que quiere decir que ambas posiciones acumulan resentimiento y actuarán en consecuencia, aunque la persona sobre la que proyecten su ira y frustración fuese la mismísima Virgen de Fátima.
No se trata del acto de servir ni de pedir, sino de la actitud cargada de resentimiento que adoptan algunas personas.
Francisco Perez Solis Muy ilustrativo y no menos cierto...hay una versión del mismo refrán aquí en Extremadura,más simplificada(más burda quizá)pero viene a decir lo mismo y da en la diana=no hay nada peor que un pobre jarto de pan MCarmen Calderón Berrocal En Andalucía también se dice, aunque parezca dura la expresión, a veces no es como se dice sino lo que realmente se quiere decir. Quien no tiene costumbre de algo o reniega de lo mismo, termina siendo un enfermo de sí mismo, porque el problema realmente está en él, no fuera, sino en su actitud amés de sus aptitudes. Pero mientras fastidia a discreción todo lo que se le pone por delante a lo cual considere como rival.
MCarmen Calderón Berrocal Pues sí, lo he visto.
Servir a un siervo es fatal, porque quien se considera siervo, esclavo y que no realiza un trabajo determinado, lo que acumula en sí es una tremenda agonía y rencor, que como no es capaz de plantar cara a su sometedor, proyecta esta ira contra quienes semejante personaje se cree superior, simplemente porque está en una posición jerárquica más ventajosa.
No es superior, adoptando esta forma de actuar, sino que se revela como inferior. Esto es un punto o foco de problemas que pueden llegar a cursar en delito, así por ejemplo, nace el acoso laboral.
Un miserable no conforme con su posición es capaz de cualquier cosa, hasta es capaz de hacer pasar lo blanco por negro, porque adquiere una perfidia que lo dota de artes que ni él se creía poseer. Ataca, y cuando se ve descubierto o contraatacado se convierte en un completo "derroche de virtudes".
Se de algún caso que se justificaba con estas palabras: "hay que perdonarme porque llevo mucho tiempo al lado de José María que es un hijoputa y claro, algo se me habrá pegado", decía del presidente de una fundación en la que tuve ocasión de trabajar. El sistema de dominio de aquel personaje era humillar a las personas que lo rodeaban, si se callaban, mal, porque se hundían; si le hacían frente, mal también porque las hundía y las arrastraba él.
Se esmeraba en desvalorar el trabajo que envidiaba ante los ojos de los admiradores del mismo para dejar a la persona en la peor de las posiciones, sin darse cuenta que todo el que lo conoce da cuenta de su talante. Lástima que no todos lo vean claro, porque el partidismo o clientelismo político lo hace sumiso a los ojos de uno y un asco a los ojos de otro. Hasta brujería practicó. Como en el lugar de trabajo, por las características de la actividad existían repelentes de insectos y roedores, ningún insecto, pájaro o roedor aparecían por allí, ni cerca siquiera. Y como resulta que pertenece a la "España profunda", algún día puso una pluma bajo el puesto de trabajo que le molestaba a él. Con algún conjuro más iría la cosa porque la persona a la que instigaba, fustigaba y castigaba en poco tiempo tuvo un accidente tremendo que la apartó del trabajo y estuvo de baja el més que le quedaba de contrato y continuó con sus dolencias.
El individuo aquel un día temió que la persona acosada quizás pudiese quedar bien a los ojos de alguien a quien a él no interesaba, entonces decidió planificar la situación; la humillaría y gritaría en presencia de alguien, sabiendo que habría comentarios posteriores. Así lo hizo, la persona acompañante de la víctima en el momento fue testigo de la acción, idéntica a otras muchas anteriores, pero esa vez no pudo más; como el acosador salió rápidamente a gravar lo que él quería con cámara en lugar de trabajo, acto delictivo, no dio tiempo a nada más; y, cuando ya no estaba el acosador presente, dijo: "este hijo puta en su línea de siempre", con lo cual la víctima afirmó que efectivamente seguía en su línea y dialogó con el acompañante preguntándose el por qué de tal comportamiento y de semejante trato. No tenía más remedio que haberle hecho caso a alguien que hubiese alvado el curriculum de la víctima, porque realmente el acosador no la quería allí y su contratación, al menos en parte, había dependido de él. La víctima solo se hacía la gran pregunta de que ¿por qué?.
El acosador llamó a la víctima y pretendió limpiarse los pies literalmente en ella, puso en ella palabras que no había dicho y sacó fuera de contexto otras para victimizarla más aún. Como la víctima le hizo frente y explicó que efectivamente es un miserable quien provoca una situación y después la grava con cámara, lo cual es un delito, el acosador, quiso que su venganza estuviese a la altura de su perfidia, y se dedicó a difamar y a ofender por todos los medios posibles a la víctima.
La bondad o la idiotez de la víctima la hizo pensar que si recurría a instancias mayores este elemento era capaz de perder el trabajo y de él dependía una familia, aunque bastante mala persona que era, pero la familia no tenía que ver aquí. Y así quedó. Pero la víctima ha tenido oportunidad de ver cambios de actitud en personas que incluso la conocían, porque se serviría bien a gusto este pobre ser. De forma que por lo menos la duda, entre la gente que conoce a la víctima, sembraría.
Eso es el acoso, el acoso laboral, social y cualquier tipo de conducta que siga exa máxima.
Por eso ni sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidio, que quiere decir que ambas posiciones acumulan resentimiento y actuarán en consecuencia, aunque la persona sobre la que proyecten su ira y frustración fuese la mismísima Virgen de Fátima.
No se trata del acto de servir ni de pedir, sino de la actitud cargada de resentimiento que adoptan algunas personas.
Por eso ni sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidio, que quiere decir que ambas posiciones acumulan resentimiento y actuarán en consecuencia, aunque la persona sobre la que proyecten su ira y frustración fuese la mismísima Virgen de Fátima.
No se trata del acto de servir ni de pedir, sino de la actitud cargada de resentimiento que adoptan algunas personas.
Francisco Perez Solis Muy ilustrativo y no menos cierto...hay una versión del mismo refrán aquí en Extremadura,más simplificada(más burda quizá)pero viene a decir lo mismo y da en la diana=no hay nada peor que un pobre jarto de pan
MCarmen Calderón Berrocal En Andalucía también se dice, aunque parezca dura la expresión, a veces no es como se dice sino lo que realmente se quiere decir. Quien no tiene costumbre de algo o reniega de lo mismo, termina siendo un enfermo de sí mismo, porque el problema realmente está en él, no fuera, sino en su actitud amés de sus aptitudes. Pero mientras fastidia a discreción todo lo que se le pone por delante a lo cual considere como rival.