"Al pan, pan y al vino, vino". La tesis de SantiagoTrancón al respecto es que los judíos conversos, eran remisos a aceptar el sacramento de la Eucaristía; y al comulgar, decían para ellos: "pan y vino veo, pero solo en Adonay creo". Siendo Adonay una manera de mencionar a Dios sin decir su nombre.
Así tampoco se pronunciaba el nombre de Dios en vano.
Pero en realidad lo que se ha entendido a lo largo de la Historia es que hay que decir las cosas como son, si es pan se dice pan; que es vino, pues se dice vino.