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Como Pedro por su casa

Este refrán nos habla de la comodidad con la que se encuentran algunas personas en algunas situaciones o ambientes pudiendo rayar en el atrevimiento o la impertinencia en casos en los que esta actitud no es la más adecuada.

Detrás de la cruz está el diablo

Este refrán está en sintonía con el "A Dios rogando y con el mazo dando", "no es oro todo lo que reluce", etc., para indicarnos que a veces las apariencias pueden ser engañosas y detrás de algo que creíamos hay algo que no podíamos en principio ni sospechar. Cervantes lo utiliza en El Quijote, lo que aproximadamente nos puede dar una idea de su datación u origen.

Poderoso caballero es don Dinero

Es una forma poética de hablar del poder material de la moneda de cambio que establece no solo relaciones comerciales entre los hombres sino que condiciona las relaciones en muchos aspectos, en algunos de los cuales llega a condicionar de tal modo que el dinero puede llegar a ponerse por delante del sentimiento, de la propia persona, de cualquier virtud o valor con tal de satisfacer el "interés" de alguien. Lo entrecomillo porque el interés real no es el que proporciona el vil metal. El origen del refrán está en la lírica de Quevedo, incisivo como siempre y veráz como pocos. PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO Madre, yo al oro me humillo, Él es mi amante y mi amado, Pues de puro enamorado Anda continuo amarillo. Que pues doblón o sencillo Hace todo cuanto quiero, Poderoso caballero Es don Dinero. Nace en las Indias honrado, Donde el mundo le acompaña; Viene a morir en España, Y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado Es hermoso, aunque

Hacer de su capa un sayo

capa  sayo Hacer de su capa un sayo viene a expresarnos o definir el comportamiento de alguien que actúa con absoluta libertad, sin dar cuentas a nadie de la potestad propia, pueda o no pueda, esté comprometido o no a algo o a alguien; es reconvertir una situación en otra, convertir una capa en un sayo, pasar de tener una potestad y actuar como si se tuviera de hecho otra.

Hasta el 40 de Mayo no te quites el sayo

Refrán muy antiguo como indica la terminología empleada.   Se llamaba sayo a las túnicas holgadas, poco ceñidas o sin ceñir y a cierto tipo de casaca vasta larga abotonada que solían llevar los aldeanos en la antigüedad; se utiliza la palabra también como sinónimo de vestido. El sayo bobo era un vestido estrecho todo él abotonado que llega hasta los pies y que usaban comúnmente los actores que hacían el papel cómico en los entremeses. El sayo de armas era el confeccionado con tela acolchada para defender el cuerpo de los golpes y las heridas en caso de enfrentamiento. El sayo vaquero era el que cubría todo el cuerpo y se atacaba por una abertura que tiene atrás en lo que sirve de jubón. Se utilizó mucho para los niños que lo llamaban simplemente vaquero. El refrán viene a decirnos que por avanzado que esté Marzo y parezca que la climatología se asemeja a la estación estival, no debemos confundirnos y sí saber que a esta altura del año, el tiempo se hace voluble en ocasiones. Ac

Dar gato por liebre

Este refrán nace de la picaresca española que en el XVII y XVIII fue grande, como ahora, y hasta consiguió dar nombre a un tipo de novelas, la novela picaresca. Sucede que los mesoneros servían viandas de dudosa procedencia y que aliñaban para enmascarar el sabor, así si no tenían liebre o conejo cocinaban a un pobre gato y se lo servían al caminante que podía darse cuenta o no. El cambio se producía para distintos tipos de carne, también se producía en el caso de la cabretilla, lo cual fue origen de una especie de conjuro: "Si eres cabrito mantente frito; si eres gato, salta del plato", donde la palabra cabrito se utiliza inocentemente para denominar a la especie a la que se cocina. No obstante puede verse aquí distintas significaciones. Siendo el gato y la liebre de apariencia similar, se acuñó el dicho dar gato por liebre cuando se producía el "cambiazo" que sustituía en la cocína a un animal doméstico por "una pieza de caza".

Cree el ladrón que todos son de su condición

Hay quien opina que la persona que tiene delante es poseedora de "las cualidades" que a ella misma adornan, es un mecanismo psicológico que se establece en ocasiones; la persona sublima su defecto y lo atribuye a la persona que realmente lo sufre. El refrán habla de la maledicencia por mal pensar, en un momento en que un individuo supone que lo que es característico o propio en sus actuaciones, lo va a ser también de la persona sujeto de su atención. A lo largo de la Historia este pensamiento se ha expresado de formas varias, ya en Roma se decía algo así como que "Es malo quien presume que los demás son malos"; a partir del siglo I, la Biblia también expresa este concepto de forma análoga diciendo que es más fácil ver el propio defecto en el otro que en sí mismo: "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro". Es una forma de autoengaño.

Si te caes 7 veces, levántate 8

"Si te caes 7 veces, levántate 8".     Llamamiento a quienes no levantan cabeza, a la perseverancia a la voluntad y al tesón necesarios que hacen falta para conquistar un objetivo determinado.

Las cuestas arriba quiero mi burro que las cuestas abajo yo me las subo

En las dificultades es cuando necesitamos ayuda especializada...

Mi burro es una fiera para el trabajo, como una liebre sube la cuesta abajo

    "Mi burro es una fiera para el trabajo, como una liebre sube la cuesta abajo". No es, propiamente un refrán sino la letrilla de una canción pero me venía constantemente a la cabeza esta mañana con lo que me costaba levantarme y al ver que comenzamos septiembre y la tarea se me antoja una montaña. Buen examen MCarmen!! MCarmen Calderón Berrocal Muy bien Pilar y gracias por tu energía positiva, pero al hilo de la frase que te amrtilleaba la cabeza te voy a contar algo, parecido, que sí es un refrán, ahí va: Las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo yo me las subo"... MCarmen Calderón Berrocal anda que...¡¡ Pilar V. Padial ése, ése es el refrán que no acababa de recordar!! Gracias MCarmen Calderón Berrocal jajajaj Fundamentalmente viene a decir el refrán que proponías que ante las dificultades hay quienes no se crece; y hay quienes de lo evidente hacen una proeza.

Los exitos suelen tener muchos padres, pero los fracasos son huerfanos

    Los exitos suelen tener muchos padres, pero los fracasos son huerfanos...   Este es uno de los refranes más verídicos de todos los verídicos del "mundo mundial". Anda que no viene la gente pronto a los triunfos, pero que poquitos vienen si es que hay que ayudar o resulta que el asunto compromete en algo ... Después ... hay otro tipo de personas que no acierto bien a comprender si es por temeridad, imprudencia o qué, que se apuntan a un ombaardeo, hay gente que quiere figurar como sea, a la fuerza, si no es de una forma es de otra. Cuando una cosa es verdad hay que asumirla, hay que respetar el sitio de cada cual, el valor de cada cual, la aportación de cada cual en su justa medida. No por que se pertenezca a una empresa debe caer todo en saco roto y es la empresa, el trabajador merece reconocimiento. Qué bien ponerse las medallas de otros, que bonitas que son..., pues no, eso está pero que feísimo. Si se quieren medalla no propias, siempre se pueden adquirir en el Jueves

A abad sin ciencia y sin conciencia, no le salva la inocencia.

A abad sin ciencia y sin conciencia, no le salva la inocencia. MCarmen Calderón Berrocal Podemos jugar, siempre que lo encontremos. La bolsa de los refranes era el título de un programa que había en la tele cuando yo era chica y me gustaba muchísimo, no recuerdo quien lo presentaba pero era académico y no me lo perdía nunca. MCarmen Calderón Berrocal A este podría irle bien uno que dice así: "El hábito no hace al monge", aunque también se utiliza su mensamiento contrario: "El hábito hace al monje"; y realmente tanta razón lleva uno como otro. El hábito condiciona pero no es una condición sine qua non para ser lo que se es. Pero este del abad, es parecido a el desconocimiento del delito no exime de la culpa. Llucià Pou Sabaté Cuando fui al Rocío me dispuse a celebrar Misa (hará unos 10 años), y el santero me dijo que estaba muy contento de verme, que apreciaba mucho a los de mi perfil... le contesté que "no hace el hábito al monge" para indicar que

A buen entendedor pocas palabras bastan

A buen entendedor pocas palabras bastan Es lo malo de tener un tupido velo delante de nuestros ojos, que solo nos permite ver desde el angulo en que estamos situados. Pienso que mas que la voluntad, el punto en muchisimas ocasiones es este. MCarmen Calderón Berrocal En en Siglo de Oro hubo dos corrientes conceptismo y culteranismo. Al primero con pocas palabras bastaba para hacerse entender, el segundo redcurria al ornamento exacerbado. Son dos maneras de plantearse las cosas. Para decir algo con pocas palabras son suficientes si el que emite sabe emitir y el que recibe sabe recibir el mensaje.

Solo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo

    "Solo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo"   Digamos que sólo cuando las cosas quedan en calma (cuando baja la marea) podemos tener perspectiva (se ve más playa, más terreno, se ve lo que antes estaba cubierto por el agua) para ver qué hay realmente detrás de las cosas (detrás del agua, detrás de lo que cubría u ocultaba).

La avaricia rompe el saco

    "La avaricia rompe el saco".   Se usa para definir de forma más o menos gráfica la actitud de quien todo lo quiere para sí, de forma que todo lo que va viendo y le va gustando lo va metiendo en un saco, el cual llega un momento en que se satura en espacio y peso, así que termina por romperse y el aaro se queda entonces sin nada, por no preferir la calidad a la cantidad, el interiorismo a la materialidad.

Lo mío, mío; y lo tuyo de entre los dos

    Dice el refrán: "Lo mío, mío; y lo tuyo de entre los dos...". Se aplica para definir el egoismo y la avaricia de quien quiere lo suyo y también quiere poseer como sea, con buenas o malas artes, lo de los demás.  

Errar es humano

Es otra de las máximas que han engrosado el refranero popular español. En realidad se trata de una frase que pronunción en principio Séneca y que continuó o alargó en sus trabajos filosófico documentales San Agustín, Agustín de Hipona, la frase originaria la pronuncia en latín y es como sigue: Errare humanum est, perseverare autem diabolicum. Es decir: equivocarse es humano, perseverar diabólico. Enlaza con otra máxima que viene también a reconocer la humanidad de error humano y a condenar la persistencia en él, acto que que ya no podría quizás ser considerado como tal error, sino como algo más cercano a la perversidad, torpeza, etc, según el caso: "Equivocarse es de hombres, rectificar es de sabios". Entra dentro de lo razonable errar, pero caer consecutivamente en el error no lo es; con lo cual habría que tenerlo muy en cuenta. Shoes.com LOLShirts.com Abr Electronics

El ojo del amo engorda al caballo

“El ojo del amo engorda el caballo” es una frase que se atribuye a Jenofonte pero quien haya ido por tierras pacenses sabrá que su dicho es algo frecuente. Viene a decirnos que cuando una cosa se cuida, prospera; y que nadie mejor que el propietario de algo para hacer buen uso; nadie que no sea dueño de algo haciéndo esto extensivo al mundo animal, podrá tener más cuidado el la prosperidad del objeto directo de la acción. Del mismo modo, el control por parte del interesado garantiza que el trabajo que deben realizar terceros se haga correctamente. La imagen muestra una figura equina rupestre, en el paleolítico la pintura era una forma de evocar y de llamar a la suerte, mirando la pintura se actualizaba el deseo, la finalidad y la explicación era la creencia de que pintando algo, de alguna forma ya se poseía. Shoes.com LOLShirts.com Abr Electronics

El amor es ciego

“El amor es ciego” es una frase de Platón que ha pasado a engrosar las filas del refranero. Fundamentalmente se trata de admitir que cuando alguien está enamorado por faltas que tenga el objeto de su amor, lo verá perfecto, o casi, si es que acepta su condición humana. Al respecto hay un relato que pretende dar una explicación fabulada. Cuentan que una vez se reunieron, en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y las cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura – como siempre tan loca - les propuso: “¡Vamos a jugar a las escondidas!”. La intriga levantó la ceja, intrigada, y la curiosidad, sin poder contenerse, preguntó “¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?”. “Es un juego”, explicó la locura, “en que yo me tapo los ojos y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego”.

De dos males, el menor

“De dos males, el menor”, es una máxima de Fedro. Se invita a elegir el camino menos malo para salir airoso en un recorrido o empeño. Cayo Julio Fedro nace en Macedonia, hacia 20-15 a.C. y muere hacia el 50 d.C.. Fabulista latino de la época imperial y autor de cinco libros de fábulas en verso. Los datos que se conocen de él y de su biografía nos han llegado a través de su obra. Nació posiblemente en Pieria, según se lee en el prólogo al libro III, vv. 17-20, donde se muestra orgulloso de haber nacido en la tierra patria de las Musas, en el monte Pierio.  Había recibido  una esmerada educación, aunque era esclavo; gran conocedor del latín aunque su lengua natal era el griego. Se estima quellegó a Roma siendo niño y allí entró a formar parte del grupo de esclavos de Augusto y con el tiempo se convertiría en liberto, lo que sabemos por su Codex Pithoeanus, del siglo IX, que lo presenta como "liberto de Augusto". Shoes.com LOLShirts.com Abr Electronics